Los síntomas cardinales de este padecimiento son:
►Pérdida de memoria: al inicio, las personas con demencia olvidan sobre todo acontecimientos que han ocurrido recientemente, más tarde, olvidan también acontecimientos que ocurrieron con anterioridad.
►Problemas de orientación.
►Dificultad para planificar y hacer previsiones (concertar una cita).
►Dificultad para realizar tareas habituales (vestirse).
►Trastornos del pensamiento: dificultades de lenguaje o problemas para hacer cálculos.
►Cambio de los rasgos del carácter: se producen alteraciones del comportamiento. Las personas con demencia están agitadas, a menudo no descansan por la noche, en ocasiones se muestran suspicaces o agresivas.
Llegado cierto momento, las alteraciones son tan serias que se ve afectada la vida normal.
La vida laboral y otras actividades, así como los contactos diarios se hacen cada vez más difíciles.
A medida que la enfermedad avanza, el paciente se vuelve más dependiente de los demás para los cuidados de la vida diaria.
Finalmente, muchos pacientes necesitan ser ingresados en residencias.
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